jueves, 17 de noviembre de 2011

13 años hacia atrás...

Mañana se repite un momento que llevaba esperando 13 años. Fue el 14 de diciembre de 1998 cuando descubrí algo que me hizo ver de otra manera el mundo de los videojuegos. Las sensaciones que tuve a partir de ese día cambiaron completamente y aprendí a disfrutar de un videojuego. Había jugado mucho hasta entonces, mucho "vicio" a mis anteriores consolas, pero fue con un título de Nintendo 64 con el que hubo un antes y un después en mi vida jueguil.

Dentro de 24 horas se repite ese momento. Muchos títulos han pasado por mis manos y ojos antes y después de aquel videojuego. Y muchos más pasarán después de la experiencia que me aguarda mañana.

Sí, efectivamente, el protagonista de aquel videojuego (obra maestra, mejor dicho) era un joven pequeñín de nombre Link que moraba en una cabaña en lo alto de un pequeño árbol en el Bosque Kokiri. La sensación que tenía al saborear cada minuto de aquella épica aventura no se pueden transmitir con palabras, pues quien nunca haya jugado a Ocarina of  Time jamás podrá saber a lo que me refiero en este texto. Pero sí, quienes hayan tenido la suerte de disfrutarlo, saben bien de lo que estoy hablando.



Muchos otros títulos de la saga amparan el camino de Ocarina of Time hasta la salida del nuevo título de mañana día 18 de noviembre. Pasaron por el aro Majora's Mask, Wind Waker, Twilight Princess, Phantom Hourglass y Spirit Tracks (los más remarcables), pero a pesar de su indudable calidad (doy fe de ello), no llegaron al nivel de lo que había vivido años atrás con el mencionado Ocarina of Time. Mañana se abre de nuevo una grieta en mi continuo espacio-tiempo interactivo. Mañana pueden suceder muchas cosas cuando encienda mi consola blanca de Nintendo y cargue ese nuevo juego. Mañana puedo sentir emociones olvidadas desde hace muchos años. Mañana, Skyward Sword puede acontecer como otro momento que marcan el fin de una época y el comienzo de otra nueva. Mañana, al fin, podré disfrutar como si aún tuviese 17 años de las nuevas aventuras de Link.



13 años esperándote, ha sido demasiado tiempo, no me defraudes.